Todavía se toqueteaba el cuello, desde aquella vez no ha dejado de darle vueltas a las palabras de Nagisa pero por más que lo piensa aún no lo comprende.
¿Cómo pueden aprovecharse de él sin que se dé cuenta?
Nunca fue tan ingenuo ni cuando era un chiquillo, pero sin embargo Nagisa aún vino y le había dicho eso ¿Será que lo subestima? Una parte de él quiere creer que si, para que cuando apruebe esa simulación con medalla de oro podrá presumírsela mientras Nagisa suspiraba de alivio y sonreía con resignación mientras admitía que se había equivocado. Pero la otra parte, la razonable, es totalmente consciente de que Nagisa no le haría ese tipo de demostración por nada, no le infundiría su sed de sangre para espabilarlo si no fuese importante.
Karma deja dos dedos en su garganta, como lo hizo Nagisa en ese momento ¿Realmente era necesario todo eso? Todavía le queda una semana antes de la simulación.
La música de intro que empezó a sonar en la televisión lo despertó de su ensimismamiento, la nueva novela ya había empezado. Sólo suspira mientras retira la mano de su cuello y en su lugar toma el control remoto para bajar un poco el volumen.
Nagisa había hecho una misión anoche y no llegó hasta muy tarde exhausto, prueba de ello es que aún se encontraba durmiendo en su habitación. El mayor había dicho que el objetivo estaba mejor resguardado de lo que había pensado, y los planes principales y de respaldo, en los que había trabajado toda la semana, no funcionarían efectivamente como quería y tuvo que improvisar sobre la marcha.
El olor a sangre y algunas rasgaduras en la vestimenta del contrario ya le decían el resto de la historia, al menos agradecía que esta vez no haya usado su táctica de dejarse herir. Pero aún así, Karma no pudo evitar pensar que si hubiera estado con él podría haber planeado un mejor plan.
Intenta distraerse observando la pantalla y subiendo las piernas cruzadas al sillón.
La trama giraba en torno a un triangulo amoroso, la chica ingenua y nerd, su mejor amigo amable y popular, y el chico transferido de otra escuela buscapleitos y rompecorazones. No era la historia más innovadora del mundo, pero Karma le dio una oportunidad porque el director había hecho trabajos anteriores parecidos que le habían gustado.
Pero transcurrido el tiempo viendo el programa su decepción aumentaba, era un total cliché, clásico y absurdo.
—Yusuke kun, lo siento pero yo… no te veo de esa forma…—Decía la protagonista avergonzada y con lágrimas en los ojos al destrozado chico amigo de la infancia y popular, que por cierto la adoraba y la trataba mejor que el buscapleitos.
—Eres perfecto pero no lo suficientemente Yusuke kun—Bostezó Karma mientras recargaba su mejilla en su mano con expresión de aburrimiento.
—Es a él a quien amas ¿Verdad? Supongo que él si tiene lo que yo nunca tuve para atraerte—Dice el galán con una sonrisa de resignación.
—Inseguridades, problemas en casa, amistades con vándalos, actitud violenta. Es un partido de ensueño—Replicó Karma sarcásticamente a la pantalla.
—Es un chico lleno de líos, y discutimos mucho pero… no puedo evitarlo…—Decía la chica con el rubor en las mejillas.
Karma bufó.
—¿Por qué la mayoría prefiere este tipo de argumentos? Son tan fastidiosos…—Preguntó a la pantalla como si ésta pudiera hablar.
Pero para su sorpresa recibió una respuesta.
—Las personas hayan cierto atractivo en las relaciones complicadas—Respondieron con voz tranquila.
—Ehh con que atractivo…—Agregó Karma meditativo y no muy convencido.
—Por supuesto—Insistió la persona que se hallaba a su lado—siempre deseamos aquello que se nos hace difícil o casi imposible tener…
Karma giró la cabeza para ver la persona que estaba a su lado con los brazos cruzados recargados en el espaldar del sillón.
Era un hombre de cabello negro y sonrisa gentil.
—¿Tú no te encuentras en una situación así? ¿No quieres a alguien que se te hace inalcanzable?—Pregunta sonriéndole con los ojos cerrados, desbordando carisma y amabilidad.
Karma no responde y lo observa.
Su cabeza por fin cae en que hay un desconocido a su lado, en el departamento donde Nagisa y él viven, que de alguna manera entró sin permiso porque nadie tocó el timbre ni abrieron la puerta. Por lo que…
Es un intruso.
A una velocidad inhumana su mano hace agarre en el sillón para apoyarse y lanzar una patada al individuo. Pero fue perfectamente esquivado, el contrario se había agachado a tiempo y sin borrar su sonrisa toma distancia.
—Eres rápido—Dice tranquilamente pese a la mirada dorada aguda que le daba el menor.
Karma lo oculta pero está alterado, no había reaccionado a tiempo ante la presencia invasora y ni siquiera sintió sobresalto en el momento.
La persona frente a él era como un fantasma.
No es alguien normal por lo que no puede simplemente ir con fuerza bruta, necesita una treta. Su mano ahora toma el sillón individual sin quitar la mirada de aquel hombre, y lo lanza con facilidad como si fuera una almohada.
El hombre pareció sorprenderse por el mueble volador pero como lo predijo lo esquivó, lo que le habría la apertura para emboscarlo. Con el choque ruidoso del mueble contra la pared Karma volvió a arremeter contra él, fueron segundos en que veía la silueta de ese sujeto.
Pero para cuando se da cuenta ya no estaba, y siente algo que toca su cuello.
La caricia de la muerte.
De un apretón estaba contra el piso, con ese sujeto encima y apuntando algo contra su cuello, sonreía como si de un paseo en el parque se tratara.
—De verdad que le haces honor a los tuyos, fuerza bruta por montón—Le dice ¿alagándolo?—pero usar siempre esa ventaja te hace predecible, si fueras mi objetivo…—Karma sintió un roce metálico en su cuello, no le hizo daño por lo que no era un cuchillo. Era…
Una estúpida cuchara, el tipejo se estaba burlando de él, lo veía en su mueca de superioridad. Pero pese a que estaba molesto le sonríe de forma sarcástica y burlona, sólo para no darle el gusto de verlo frustrado.
—Si hubiera ido en serio te mandaría a volar ahora—Le dice, con cierto tono de advertencia en su voz.
Pero ese sujeto no se intimida.
—Si yo hubiera ido en serio, tú cuello ya estaría cortado desde que empezó la novela.
Y con eso Karma se da cuenta de que ese tipo estaba allí desde hace rato.
¿Quién rayos es él?
—Maestro…
La voz de Nagisa lo sobresalta. Karma voltea a ver el peli azul que observaba la escena con expresión monótona.
—¿Nagisa? Espera… ¿Maestro?—Repite incrédulo, mirando de nuevo al sujeto, éste sonríe ampliamente al recién levantado.
—Cuanto has crecido Nagisa kun—Dice con la voz más suave.
—Había escrito que vendría de visita pronto, pero no pensé que fuera tan pronto, le hubiera preparado algo…—Agrega el peli azul con algo de pena, pese a la preocupante escena frente a él de un “casi” ataque.
—Sabes que me gusta venir de sorpresa, pero no te preocupes, tú niño me atendió muy bien y justo ahora le estoy dando un consejo—Agrega, levantándose de encima de Karma quien los observaba a ambos desconcertado.
—Karma kun—Llama y el nombrado lo observa intranquilo—Nagisa me dijo que pronto tomarás la prueba de Lovro, y compruebo a primera vista de la gran confianza que desbordas. Eso es bueno, pero… ¿Sabes?—Agachándose por un momento a su alturada, ambos quedan cara a cara—individuos como tú, son los más fáciles de matar…
Karma frunció el entrecejo al ver claramente como el mayor saboreaba cada una de sus palabras. Lo vio alejarse para acercarse a charlar con Nagisa de lo más normal, era molesto pero era más claro que el agua.
Se hallaba frente a un asesino mejor que Lovro y que Nagisa.
es koro.sensei verdad? yo sé que si.