Ya sea porque lo vió venir o debido a que era el movimiento más lógico, Izuku divisa a tiempo la capa de hielo que cubre velozmente el suelo.
—¡Cuidado!—Logra saltar encima de una exaltada Uraraka protegiéndola de que sus pies quedarán atrapados por la congelación. Más sin embargo el resto no tuvo misma suerte.
—¡Demonios!—Bakugou gruñe cuando se mueve bruscamente entre explosiones anaranjadas en sus palmas, desquebrajando lentamente el hielo. Al igual que él, el resto de la clase intentaba por sus medios deshacerse del hielo.
Midoriya contempla desde el suelo a la primera pareja en irse de la salida. Todoroki Shouto seguido del fornido Mezo Shoji, su magia hacía aparecer numeroso brazos que levitaban en el aire. Una vez lo pilló usándolos para bajar a un gatito atrapado en un árbol, también les sirvió como escudo para protegerse de los arañazos que propinaba el enrabietado animal.
—¡Hay que alcanzarlos Deku kun!—Le dice Uraraka mientras lo ayuda a ponerse de pie, él reacciona y asiente para que luego ambos salieran corriendo.
En tan sólo unos segundos ya el par se había alejado bastante. Shoji se había montado en dos de sus brazos flotantes para así seguirle el paso Todoroki, quien se deslizaba en el hielo con rapidez y parsimonia. Midoriya mentalmente se asombraba por semejante habilidad que mostraban ambos al avanzar esquivando los árboles, como esos deportistas que se deslizaban cuesta abajo de una montaña en el invierno.
—A este paso será imposible que los alcancemos—Dice mientras mira de reojo a Uraraka. Su mano toca una de las capsulas que contiene polvillo en su interior, no pensó usarlo tan pronto pero no tiene opción. Quizás si esparce el polvillo desde su mano hasta el suelo pueda crear una grieta que despiste a los de adelante y aprovechar esa oportunidad, o mandar volando una roca hacia ellos, o mejor podría crear un terremoto, no lo ha practicado del todo pero podría…
—¡Tengo una idea!—La voz animada de Uraraka interrumpe la creación de planes en su mente, voltea a verla intrigado contemplando la sonrisa segura que adornaba su faceta—puede ser un poco difícil ¡Pero si es Deku kun estoy segura de que funcionará!
El aludido siente vigor en el pecho al sentir la confianza absoluta que le muestra la chica, no tiene idea de lo que estará planeando pero al ver la mirada de determinación y seguridad de la Occhako se plantea el no defraudarla sin importar que.
—Hagámoslo—Le dice devolviéndole la sonrisa.
Desde la perspectiva de Shoji no fue un plan cuidadosamente planeado y no estaba en realidad en sintonía con su compañero. Justo antes de empezar Todoroki le dijo que posicionará a su lado izquierdo y él hizo caso, simplemente despegó cuando vió al resto siendo inmovilizados por el hielo en los pies, la suerte de estar con el talentoso supone. Cuando divisa que la subida en la montaña se vuelve muy empinada, dificultando el trayecto, decide que lo mejor es correr y puede ver a Todoroki hacer lo mismo.
Al tocar el suelo es capaz de sentir las vibraciones haciendo como radar, percibe movimiento en la lejanía.
—Parece que ya hay algunos que lograron liberarse del hielo—Le informa, Todoroki apenas lo mira de reojo asintiendo para regresar su atención al camino.
Shoji piensa que de cierta forma trabajan bien juntos, si el percibe la cercanía de los demás podrá advertirle a Todoroki a tiempo para que vuelva a crear su muro de hielo. Y entonces podrán pasar fácilmente la prueba.
Pero entonces escucha un chillido agudo, que al principio era bajo pero se hacía más y más fuerte. Tanto el cómo Todoroki voltean hacia atrás, en la misma dirección, observa perplejo la cercanía de un objeto a gran velocidad, no… ¿Eso era una persona?
—¡¿Midoriya?!—Dice perplejo, el aludido literalmente iba volando hacia ellos, gritando y con lágrimas en los ojos dando a entender que la estaba pasando mal.
—¡Detrás de mí!—Escucha decir a Todoroki antes de levantar un muro de hielo para hacer de bloqueo.
Izuku fue tomado desprevenido cuando Uraraka agarró su brazo y usando su magia lo volvió tan ligero como para lanzarlo cual pelota de beisbol. Mientras la escuchaba en la lejanía diciendo algo como “Te alcanzaré pronto” hizo una nota mental de que, aunque no lo aparente, la chica puede ser bastante temeraria hasta el punto de no pensar las cosas por lo que, la próxima vez que proponga un plan, hay que escucharlo detalladamente. Porque ahora se enfrentaba a un imponente muro de hielo.
Rápidamente con su mano alcanza a tomar una capsula, en donde divisaba a través de su capa transparente el resplandor anaranjado. Sin más la aprieta entre sus palmas, ejerciendo presión hasta sentir el contenido esparcirse entre sus manos y llegar a sus dedos.
Antes de llegar a impactar contra el “iceberg”, Izuku logra levantar una roca y atravesar el obstáculo gélido destrozándolo. Todoroki y Shoji logran esquivarlo mientras Midoriya sale de entre los escombros de la roca y rueda en el suelo, para después lograr estabilizarse y salir corriendo por delante.
—Así que posee magia de tierra…—Murmura Todoroki, frunciendo el entrecejo en una expresión más dura. En su mente llega la idea de que un adversario que controla la tierra puede hacerle frente a su hielo, pero aún así no lo vencería—vamos—le dice al contrario antes de salir corriendo persiguiendo a Izuku.
Midoriya corría por entre los árboles, siendo consciente de que Todoroki y Shoji le seguían de cerca. Tenía que hallar una forma de obstaculizarlos para ganar tiempo para él y para que Uraraka lo alcance, y la idea llega cuando se acercan a terreno rocoso.
Midoriya se detiene y se da vuelta, en su mirada Todoroki prevé sus acciones y se detiene al igual que Shoji. Sin esperar a que haga algún movimiento él vuelve a crear un muro de hielo que con velocidad se expande hacia el peli verde.
Manteniendo la calma siente el polvillo aún en sus palmas, y mueve sus dedos frotándolos y esparciéndolo entre sí.
—(Aún es suficiente…)—Se dice mentalmente.
Respira y se pone en posición separando un poco sus piernas, y cuando ya ve cerca la gélida pared de hielo, eleva su mano levantando un muro de tierra colisionando ambos elementos, destrozándose y esparciéndose en pedazos.
Todoroki apenas se cubre con un brazo para evitar que fragmentos de hielo o tierra caigan en sus ojos, sin quitar la mirada del contrario en ningún momento. Comprende sus acciones.
—Quiere ganar tiempo—Dice bajo la mirada de Shoji.
—Quizás podamos rodearlo…—Empieza, viendo como la opción más lógica, hasta que se vió interrumpido por el contrario.
—No, si hacemos eso sería huir—Declara Todoroki mientras pone hacia delante su pie derecho—Shoji, abriré un camino para ti, en cuanto tengas la oportunidad adelántate a la cima.
—No pasaremos si sólo estoy yo—Le recuerda, pero la mirada de Todoroki, dura y fría, le hace entender que lo tiene presente.
—Tú sólo ve y espérame, te alcanzaré en muy poco tiempo—Le declara, antes de levantar nuevamente un muro de hielo.
Midoriya volvió a levantar una pared de tierra, volviendo a colisionar ambos elementos, y mientras se cubría con sus brazos para protegerse del estruendo divisa una gran sombra pasar por encima de él. Shoji había pasado volando por encima de él, quiso detenerlo pero en seguida cambió de idea cuando Todoroki casi logra congelarlo si no lo divisa a tiempo.
Respira profundo, no puede perder la calma, mientras Todoroki esté allí no ganará aun si Shoji llega antes. Debe retenerlo lo más que pueda, hasta que llegue Uraraka. Se las ha arreglado hasta ahora ¿Por qué no seguiría?
Pero cuando escuchó el sonido de explosiones acercarse supo que no sería tan sencillo, dió un salto hacia atrás al igual que Todoroki cuando un cuerpo aterrizó estruendosamente entre ellos. La mirada de Bakugou ardía como un volcán.
—Oi, oi bastardos ¿Se creen que me iban a dejar atrás?—Sus palmas soltaban destellos mientras sonreía ferozmente al par.
Todoroki se mantuvo estoico mientras Deku miraba alrededor, como lo suponía Iida no estaba alrededor; conociendo a Bakugou como lo conoce seguramente éste se dejó llevar por la impulsividad y dejó atrás a su amigo de lentes.
Por lo que los tres estaban casi iguales condiciones, teniendo en cuenta que Todoroki tiene más ventaja al haber hecho que su compañero se adelantara a la meta. Midoriya entendía que debía retenerlos a ambos allí, debía hacerlo de cualquier forma, pues esto dejó de ser una simple actividad a una competencia por ver quién de los tres era más fuerte, y definitivamente no va a perder.
—¡Mueran!—Bakugou sale disparado por delante con una explosión, Izuku tose por el humo y cuando se dispone a perseguirlo el frío llega a sus piernas.
—Te atrapé—Todoroki pasa por su lado en un rápido desliz, apenas dirigiéndole una mirada, en un gesto claro de dándolo por vencido que por demás frustró a Deku.
Deku suelta un quejido cuando siente sus piernas congeladas, y divisa como el par se aleja con rapidez.
—(¡No lo permitiré!)—Piensa mientras aprieta los dientes y frunce el entrecejo, las cosas no iban a terminar allí y menos ahora que su mano toma otra capsula, la estruja fuerte entre sus palmas.
Resquicios de quemaduras y congelación dejaban Todoroki y Bakugou a su paso, se disputaban con fiereza el primer lugar.
—¡Muere medio bastardo!—Maldecía intentando explotarle la cara al cretino cara de muñeco, primero era Deku y su estúpida insistencia y luego este tipejo que desbordaba elite por los poros.
Definitivamente sin importar lo que pase estaba decidido a ser el primero, volaría en pedazos a quien se interpusiera en su camino; más sin embargo un estruendo los tomó desprevenidos.
Si no puede mover sus piernas movería la piedra bajo sus pies, se las arregló para conducirla desde el aire aún cuando era tremendamente más difícil.
—¡No pasarás delante de mi Deku bastardo!—Ya sea por un pacto silencioso entre ambos, Todoroki y Bakugou, se olvidan del otro y posan su atención en Midoriya.
Podía prever que vendrían explosiones y ventiscas heladas a su dirección, pero no podía esquivar así, no sin mover su centro que son sus piernas, fue de las primeras cosas que le enseñó Gran Torino. Para controlar el polvillo tienes que imaginarlo como una extensión de tu cuerpo, y para eso necesitaba moverse libremente. Cierra los ojos preparándose para un impacto inminente hasta que escucha la voz de Uraraka.
—¡Deku kun!—Grita y el nombrado ve caer rocas que lo separan de los ataques de Bakugou y Todoroki, termina cayendo al suelo con el hielo que congelaba sus piernas rompiéndose en el impacto.
Al incorporarse adolorido, divisa a su compañera sonriendo entre risueña y triunfal volar sobre un trozo de suelo. Absorto la observaba, pues la chica se movía con la gracia de una surfista, detrás de ella corría velozmente Iida, quien probablemente intentaba frenarla pero no podía seguirle el paso.
—¡Dame tu mano!—Midoriya reacciona a la voz de la chica y sube la mirada a la mano tendida que se le aproximaba, logra tomarla a tiempo y ser levantado en el aire.
—¡Con esto estamos a mano con lo del examen!—Agrega sonriendo feliz al chico, quien con dificultad se reincorporaba a su lado.
Con el viento chocando contra su cara, Midoriya puede escuchar a Bakugou a la lejanía soltando maldiciones a Iida para que se apurara. Apenas puede verlos, a Todoroki y Bakugou, siendo dos puntos pequeños. La distancia creció de sobremanera en poco tiempo, casi como si representara el largo e inmenso estrecho que le faltaba a sus capacidades para estar a la par de la de ellos.
—(Las cosas no han cambiado…)—Piensa, mientras los observaba en la lejanía acercarse a la meta en la cima de la montaña, y jadea mientras aprieta los puños—(aún sigo corriendo tras lo imposible…)—y se veía así mismo, con todas las de perder y las probabilidades bajo cero, más sin embargo… ¿Por qué será? Ahora no se sentía deprimido o vencido.
En su lugar sonríe emocionado.
—¡Debemos aumentar la velocidad!—Dice, sin entender bien el sentimiento de vigor en su pecho. Uraraka mantiene la mirada diligente a la distancia y le responde.
—¡Lancé la roca con todo lo que pude! ¡No puede aumentar más!
Por un momento sus pensamientos divagaron en como su amiga se las arregló para lanzar una roca de ese tamaño y después montarse en ella a esa velocidad; pero agita la cabeza y se concentra en lo más importante.
—Uraraka—Llama, y la aludida posa su atención en él, contempla algo embelesada la mirada brillante de sus ojos verdes—se me ocurre algo bastante temerario…
Ella sonríe anticipándose a lo que viene.
—Te apoyo.
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Tanto All Might y Aizawa mantenía la mirada en la lejanía, desde la llegada de Shoji quien esperaba ansioso junto a ellos, ambos preveían que en cualquier llegaría la manada de estudiantes.
Lo esperaban casi con impaciencia; uno por el deseo de ver el caos de poderes mágicos chocando causado por la rivalidad de ser el primero, y el otro porque termine ya la actividad y acostarse a retozar en algún lado. Ambos reaccionaron al ver acercarse unas explosiones seguidas de leves ventiscas heladas.
—Los jóvenes Bakugou y Todoroki—Anuncia All Might, viendo por el rabillo del ojo a Shoji no mostrando una expresión plena de alivio pero si relajando los hombros y los músculos de sus brazos.
—Puedo ver también a Iida tratando de seguirles el paso a sus espaldas—Agrega Aizawa, mentalmente compadeciéndose de su estudiante por su mala suerte de tener un compañero tan problemático.
—Oye Aizawa… ¿No se ven algo raros?—Agrega All Might con una expresión anormalmente intranquila, el nombrado lo mira arqueando una ceja para luego regresar la vista en el trío que se aproximaba.
Corrían, observa y piensa que eso era normal pues era una actividad del estilo maratón, contempló también cierto desespero en la mirada del trío, naturalmente habría cierta impaciencia por ser el primero en cruzar la meta; más sin embargo esto era diferente, pues la idea de que esos rostros casi rozaban la desesperación eran extraños y que además estaban demasiados concentrados en correr en vez de retrasar a los demás, como normalmente se haría en una dinámica de este estilo.
—¡Un terremoto!—Agrega evidentemente alarmado Shoji, tocando con sus dos manos el suelo pastoso.
Tanto All Might como Aizawa sintieron los temblores, que, probablemente por la distancia, eran bastantes leves. Y entonces ven de lo que están huyendo los chicos, una especie de ola de tierra de un tamaño considerable.
—Hay que parar esto—Declara Aizawa ajustando los vendales en sus brazos, pues si bien esta sala de entrenamiento está diseñada para evitar alguna tragedia bien que puede traer a unos cuantos heridos, y no quiere aguantar las quejas de Recovery girl por el trabajo acumulado, pero entonces un brazo fornido se interpone para su salto.
—No Aizawa—La sonrisa amplia de All Might rozaba la emoción—esto es la forma viva de la competividad y el crecimiento de los jóvenes, esto será magnifico para el desarrollo de los futuros magos (y la de él)—piensa, sabiendo que el causante de semejante ola letal sea Izuku.
Aizawa suspira y regresa a su posición jorobada y manos en los bolsillos.
—Tú sólo quieres ver arder el mundo.
All Might está demasiado ensimismado en la competencia que no se molesta en responder a la provocación del contrario.
Bakugou se sentía como un idiota, de todas las cosas habidas y por haber tenía que ocurrir esto, él huyendo de Deku ¿Es en serio? ¿De Deku? ¿Por qué? Demonios ¡¿Por qué?! Entonces voltea, y lo ve allí, en la cima de la enorme ola de piedras y tierra, y maldición ya lo recuerda.
—¡Serás Deku…!—Aumenta la velocidad, no importa que trucos baratos haga Deku, si cruza antes la línea de meta junto con el cuatro ojos, gana.
Y esa misma idea la tenía Todoroki mientras divisaba el corpulento cuerpo de Shoji a la distancia, él sólo debía pisar antes la línea de meta, sólo eso, y vencería a ambos.
—¿Qué harás joven?—Murmura All Might, con el temblor del suelo en los tobillos. La ola de tierra era magnifica pero no era lo suficiente rápida para alcanzar a esos dos.
Pero Izuku no buscaba rebasarlos con la ola, buscaba ganar altitud y alcance para apuntar. Mientras Uraraka mantenía equilibrada con los brazos el trozo de piedra plana en el que estaban, agitaba la capsula pequeña con brillo verde en la palma de su mano.
Era más impredecible que el polvillo anaranjado, y aún no sabe cómo funciona del todo. Sólo puso una semilla de un tipo específico de planta dentro de la capsula y esperando que funcione. La arroja con todas sus fuerzas hacia adelante, apenas puede ver el casi destello verde pasando por encima de Bakugou y Todoroki y aterrizando en alguna parte del suelo.
Unos metros más y llegarían a la meta, y por lo que puede ver sería Todoroki, cuyo compañero lo esperaba impaciente en la mete, o Bakugou, quien probablemente ignoraba la presencia de Iida pisándole los talones para estar a su paso. Midoriya seguía a unos metros detrás de ellos, contando los segundos mentalmente con ansiedad y la mirada de preocupación de Uraraka encima de él.
Y entonces retoños verdes emergen de la tierra, que al principio eran cortos y tiernos, pero en segundos se estiraron tan largos como cuerdas, forrando el suelo en cuestión de segundos con enredaderas.
El primero en caer fue Iida, quien no vió a tiempo las lianas y sus piernas se vieron en vueltas y enredadas, Bakugou logra verlo y en un gruñido detiene su paso para intentar socorrerlo entre insultos al cuatro ojos, pero al reventar tan siquiera una planta con su magia, su brazo se vió bruscamente tomado y apretado por las lianas; después se vio sumergido entre plantas, explosiones, maldiciones y uno que otro grito de Iida.
Con Todoroki no era igual de efectivo, con el hielo congelaba el suelo a sus pies evitando que emergieran más plantas y evitaba ser atrapado por las de su alrededor, su vista se fija a sus espaldas, observando como la inmensa ola de tierra caía al suelo pero sin ver a Uraraka ni a Midoriya.
—(¿Donde están?)—Dice intranquilo y manteniendo su andar congelante hacia la meta que se hallaba próxima, sólo un poco más, él último metro.
Un estruendo lo alarma, al voltear unas lianas se levanta cuales látigos y lanzan al cielo dos cuerpos, uno gritando con horror y la otra chillando de emoción cual niño en montaña rusa.
—(¡Ese bastardo…!)—Piensa apretando los dientes, se impulsa con su pierna izquierda y se desliza sobre el hielo aumentando más la velocidad.
Ya sea por suerte o porque la planta reconoció el deseo de su creador, Midoriya logró usar las lianas para que los impulsaran a la meta, aunque la intención no era que fuera de una forma tan brusca pues sentía que iba a perder la garganta por el grito que estaba tirando al cielo.
Esos últimos instantes, en el que él y Uraraka surcaban los aires cuales pájaros accidentados, los recuerda en cámara lenta; las miradas asombradas y choqueadas de All Might y Aizawa, la estupefacción en los ojos de Shoji, pero más importante fue el segundo en que su cruzada a la meta coincidió con la de Todoroki.
Izuku, quien había dado varias vueltas en el aire; terminó en una posición de cabeza y de espaldas a la línea de meta, por lo que pudo apreciar perfectamente el rostro de Todoroki, quién le dió una casi instantánea mirada, poseída con algo de frustración pero con una determinación latente que le transmitió, en ese ferviente segundo; un sentimiento puro de rivalidad, antes de ser atrapado por los brazos All Might.
—¡Ajaja! ¡Eso fue emocionante!—Las risas de All Might resuenan en sus oídos, algo aturdido puede ver a Aizawa cargando a Uraraka la cual le sonreía extasiada a más no poder—¡Esto si fue una maratón matadora!
Todoroki, quien terminó en el suelo por su derrape de último momento, se pone de pie con una mirada bastante más endurecida de lo normal.
—¿G-Ganamos?—Pregunta confuso, y el mago se encoge de hombros mientras lo deja en el suelo tambaleante.
—¡Fue un final de fotografía!—Anuncia, y ambas parejas se miran entre sí, Midoriya a Uraraka y Todoroki a Shoji, en un pensamiento unánime de duda que el mago apreciaba claramente.
Si le da una observación simple sería así; Shoji se guió por lo lógico y se conforma con ser uno de los aprobados que no hará trabajo extra de Aizawa, Uraraka se dejó llevar por la sensación de competividad y actúo de manera imprudente sin darle mucha importancia de si cruzaba a la meta o no; pero Midoriya y Todoroki eran otra historia, se tomaron con extrema seriedad la actividad y veía el ardiente deseo en sus ojos de saber quien pisó antes la meta.
—Me encantaría dejar esto en un empate, pero viendo lo ocurrido no sería así ¿No?—Concluye, más para sí mismo que para los presentes—necesitamos ayuda—en un chasquido de dedos aparece una explosión rosa que se disipa rápidamente para dejar a ver a Sheila.
El hada agita en círculos su varita hasta mostrar una pantalla tranparente, y en un rápido reflejo de luz mostró una imagen. Uraraka jadeó y Shoji abrió los ojos en sorpresa, mientras que los dos restantes se quedaron en un tenso silencio.
Uraraka fue la primera en llegar, pasando por encima de la meta en una pose de superman perfecta, por lo que en ese momento ambos estaban iguales, con sus compañeros al otro lado de línea quedando sólo ellos. Lo que terminó de decidir la victoria fue un pequeño detalle, tan pequeño que hacía que Izuku quisiera reír sino lo hubiese dejado atónito.
Debido a la postura de estar de cabeza; uno de sus pies se había ido hacia atrás quedando de igual con el de Todoroki, pero sus tenis rojos, ya sea por el viento o el sin fin de cosas que le habían sucedido, se desamarró. El cordón de zapato suelto marcó la diferencia.
—¡Eso es ir con buen pie!—La mala broma de All Might no lo sacó de su estado de Shock y los gritos de euforia de victoria de Uraraka tampoco. Midoriya tenía el rostro de un pescado muerto, debatiéndose internamente de si de verdad debía considerar eso como una victoria en toda regla que logró con sus catastróficas habilidades o sólo un golpe de suerte por no atarse bien los zapatos.
Un poco después, unos estruendos y estallidos seguidos de blasfemias fueron la sintonía de llegada de Bakugou a la meta, quien de alguna manera que ah Aizawa le daba pereza pensar, se las ingenió no sólo para liberarse del enjambre de lianas sino para cargar como costal de papas a un avergonzado Iida y cruzar ambos a la meta.
Exactamente no se sabía quién expresaba mejor su inconformidad con el resultado, si Bakugou con sus insultos a los cuatro vientos o los murmullos o desvaríos de Iida al saberse inútil en una actividad como esa a pesar de tener una magia de velocidad.
Después de eso vinieron los demás estudiantes, quienes se mataron como jaurías de lobos hambrientos por los puestos restantes. Pero eso realmente no le prestó atención, él nunca le tomó mucha importancia a sus compañeros, al menos no hasta ahora.
Todoroki tenía su mirada puesta en Midoriya, quien distraído permanecía con semblante de pez muerto mientras recibía las celebraciones de Uraraka y las declaraciones de una próxima guerra de Iida. Por la mente del bicolor pasaba los recuerdos durante la contienda, las imágenes de Midoriya manipulando la tierra y esas lianas verdes, entonces un pensamiento que hacía que sus sentidos se prendieran en alertas se manifestó con firmeza como un roble.
—(Alguien más posee dos clases de magias…)
Y esa fue su conclusión mientras lo observaba a la distancia.
Continuará…